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POEMA XV Furiosas luciérnagas en busca de la luz sin alcanzarla. Eso somos.
Viajeros sacrílegos navegando en el velo flotantte de la nada, abrazando devociones de poder y de fortuna, saturados de frenéticas pasiones que arrasan el paisaje del amor.
Yo era uno de nosotros, despojo acongojado de la alucinación absurda.
Claudicante, descubro las luces de tu sol; en rapto místico atravieso las tinieblas para iniciar la ceremonia de catarsis. Anhelante, destierro de mí la cobardía, retorno desde el país de los demonios, transito sueños hacia el crepúsculo estrellado. CATARSIS (1998)
SONETO DE LOS ASTROS El sol no irradia igual perpetuamente la luna mengua y sin querer se muere y ni la sorda oscuridad la hiere pues renace y navega indiferente.
En el alba es presencia permanente un lucero azulino que no quiere sentir que con el tiempo envejeciere y fulge en el vacío mansamente.
Los hombres son como astros obstinados que a veces brillan valientes y exaltados o cobardes renuncian a su esencia
y con sus corazones despojados no tienen ni siquiera la apetencia de brillar por amor, aún en la ausencia. SIMBIOSIS (1999)
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